África gay
Los prejuicios contra los homosexuales son muy fuertes en África. Pero la homofobia no ganó al continente por completo. Existe una lucha sostenida en el tiempo por parte de este grupo marginado. La identidad gay se construyó a partir del rechazo.
La aprobación de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo en la Argentina mueve las aguas y agita la polémica en la sociedad. Una acalorada sesión parlamentaria, prolongada por más de doce horas, así lo atestigua. El hecho se consuma y la ley lo aprueba. Pero, ¿qué hay de África?
Durante la época colonial, del tema no se habló y fue censurado. Existió la ficción que hicieron creer los colonizadores de que la homosexualidad se remitía a la etapa precolonial mientras que en su era de dominio fue erradicada. En esa labor de censura colaboraron los misioneros cristianos, muy activos por aquellas épocas. En general, se considera que la homofobia fue una introducción foránea (ya sea proveniente de exploradores árabes, franceses o ingleses) que enraizó con toda la fuerza a partir de finales del siglo XIX.
Luego, sobre todo a partir de la década de los ´70, independencia y modernización mediante, el asunto comenzó a figurar en las preocupaciones intelectuales de algunos investigadores europeos y norteamericanos, enfocándose especialmente en Sudáfrica y siendo los estudios publicados fuera de África. Desde luego, no fueron recibidos por los africanos porque, debido al historial negativo del colonialismo (y su sexismo discriminador), éstos se mostraron escépticos y hasta reticentes a la digestión del tema. Todos esos estudios hicieron énfasis en las relaciones hombre-hombre, mientras que la homosexualidad femenina recibió muy poca atención. También apareció una literatura de pluma africana sobre la cuestión, predominando la noción presente en las novelas de que la homosexualidad era un mal foráneo, impuesto por los occidentales, que venía a perturbar a los africanos. Entonces, los personajes en dichas novelas aparecen como elementos de contraste que permiten la reflexión respecto a lo perjudicial del extranjero y su imperialismo, frente a la recuperación de los valores tradicionales nativos. En este tópico, también es poco frecuente la aparición de temáticas lésbicas, aunque están.
La homofobia tiene raíz africana
Muchos suponen que la homosexualidad fue una introducción que vino de afuera de África. Entre los tantos males que introdujeron los colonizadores, la homosexualidad figuró como uno más. Y agregan, esa es la herencia que pesa hoy. En varios países africanos las relaciones entre personas del mismo sexo son penalizadas con arresto y, en algunos casos puntuales, hasta con pena de muerte. Por sólo poner un ejemplo, el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, acusó a los gays de ser peores que cerdos y perros. De los 53 países del continente, 38 penalizan las relaciones entre homosexuales. Muchos se enfrentan a la negativa por parte de las autoridades de darles tratamientos médicos, para hacer frente al avance de la pandemia del SIDA.
La visión de la homosexualidad como un asunto venido del exterior alienta una propaganda en contra del colonialismo, pero contentarse con eso es ver la cuestión de una forma muy parcial. Es indudable que Occidente tiene sus prejuicios instalados respecto al tema, pero no hay que perder de vista que la homofobia es una realidad intrínseca del continente. Si no fuera así, no sería posible explicar por qué más de la mitad de los países africanos promueven legislación antigay.
Siempre que se estudió el SIDA, se acusó a los homosexuales de ser el primer grupo de riesgo. En África se debe tener cuidado con este tema ya que su región subsahariana presenta el triste record de mayor presencia de infectados del mundo, con el 71%. En Occidente han querido explicar esos datos apelando al insaciable apetito sexual de los africanos pero, en realidad, los principales disparadores de esa cifra son la pobreza, la marginalidad y la falta de políticas de prevención y tratamiento. En África suponen que el pene es el transmisor de la enfermedad, pero los hombres (activos) también aparecen en las estadísticas de infectados con el HIV.
La identidad y la resistencia gay
Los prejuicios son la mejor excusa para la acción. En África, el problema es la identidad LGBTI (Lesbiana, Gay, Bisexual, Transexual, Intersexo), las historias siempre estuvieron presentes pero no se encontró el hilo conductor. Tardó en madurar una conciencia e identidad homosexual. En época colonial, bajo estricta disciplina y represión, era impensable (o aun menos en el Apartheid sudafricano). Así fue como los miembros de la comunidad más tarde comenzaron a escribir literatura, poesía y una reflexión sobre su ser. Al respecto, hay muchas memorias sobre dirigentes gay en África.
Las voces en el ciberespacio son numerosas. Eso se puede ver en los portales sudafricanos Behind the Mask (La voz de la comunidad LGBTI), que data del año 2000, y los Archivos Gay y Lésbicos del país, entre muchos otros. También se presentan en gran número en Kenya y Zimbabwe.
Hay más formas en que la comunidad gay construye su identidad. El cine y los documentales tienen su mención. La película Dakan (1999) muestra la vida de dos jóvenes homosexuales guineanos que se enamoran frente a las presiones de sus padres. Esta película es la primera vez en África que se presentó a dos hombres besándose. En Abidjan (Costa de Marfil) transcurre otro clásico del género, Woubi Cheri (1998), donde se muestra la agitada vida de la comunidad transexual. Un documental recomendable es Everything must come to light (2002), en donde se trata la homosexualidad femenina, la historia de tres parejas que manifiestan su amor a través de las prácticas de los chamanes. Fue rodado en Sudáfrica, así como Dark and Lovely, Soft and Free (2000), un compilado de relatos de hombres negros gay en las rutas y su relación con la actividad minera. Por último, de tono más sombrío, una crítica a la homofobia, Dangerous Living (2003), que ilustra la situación de seis países africanos en su lucha por el avance de los derechos de la comunidad y agrega testimonios directos de exiliados políticos LGBTI de Canadá y los Estados Unidos.
Muy interesante la nota. Está buena para repensar no sólo lo africano en su dicotomía con el colonialismo… sino también para desarmar el concepto de «gay» como una idea identitaria habitualmente foránea. Lo «gay» norteamericano no encaja y suele ir a contrapelo de las distintas realidades regionales, culturales, económicas y sociales. Cada movimiento local, deberá acuñar su propia identidad queer y esa es la lucha…
Abrazo,
Christian