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El afroargentino que musicalizó una marcha exportada al mundo

Foto: Retrato de Cayetano Silva de la artista plástica Mirta Toledo, 2016. Colección de El Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad e Integración (IARPIDI).

El historiador argentino Omer Freixa nos desvela a Cayetano Silva, un músico afroargentino, que compuso una famosa marcha para celebrar una de las batallas más famosas protagonizadas por el General San Martín.

El 17 de agosto de 1850 el General José de San Martín, padre libertador de tres patrias, Argentina, Chile y Perú, fallecía en su exilio francés, a casi 30 años de haber renunciado a la continuidad de la causa de la emancipación sudamericana. 

En esa gesta hubo combatientes de diversa matriz étnica, incluyendo afrodescendientes, ignorados en la historia argentina que invisibiliza la presencia y el aporte de la población africana y de ese origen en la conformación identitaria del pueblo argentino. La nación sureña da la espalda a sus orígenes profundos y prefiere orientar la mirada a Europa anhelando un ideal supremo: blanquitud y modernidad. Por ello, muchas veces resulta ignorado o marginado el hecho de que, según algunas estimaciones, existen cerca de 2 millones de personas en el país con ADN africano en sus genes. Hay un discurso que niega las verdaderas raíces argentinas y considera a esa población desaparecida.

Pero la población afrodescendiente no solo participó en varias guerras. Mujeres y hombres se lucieron en otras disciplinas. Por ejemplo, un músico, hijo y nieto de gente que sufrió el flagelo de la esclavitud, Cayetano Alberto Silva, compuso una de las piezas musicales más famosas que rinde honor a una de las batallas por la independencia protagonizadas por San Martín, el combate de San Lorenzo. Fue disputado el 3 de febrero de 1813 y se trató de la única batalla del prócer argentino luchada en el actual suelo patrio. La composición también destaca al sargento Juan Bautista Cabral, al igual que el autor del tema, afrodescendiente y cuya estirpe fue ignorada por la historia local, responsable, según lo inmortalizara la historia oficial, de impedir la muerte de su superior y hacer un sacrificio heroico. ¿Quién era Silva?

Primeros años y desarrollo profesional

Cayetano Silva nació en Uruguay el 7 de agosto de 1868, cerca de la actual Maldonado, y, durante su primera década de vida, invirtió su tiempo en el estudio de la música, motivado por sus padres quienes vieron en el pequeño un gran talento y empeño. 

Desde los 10 años el joven vivió y desarrolló su carrera en Argentina, pues su familia decidió mudarse en forma definitiva a Buenos Aires, donde años más tarde adquirió la ciudadanía local. El joven se formó con el maestro de la banda municipal de su pueblo, quien era además profesor de piano. Cayetano ingresó a esa formación como ejecutante de pistón y debió interrumpir sus estudios primarios para ayudar a su madre en el hogar, además de vincularse a la música. 

Instalado en Buenos Aires, lo primero que hizo fue aprender a tocar el violín, siendo su progenitor su maestro. Como su talento resplandecía, sus padres decidieron enviarlo al Conservatorio Castelli donde Silva se formó como excelso pianista. A los 17 años continuó sumando méritos, al ocupar el cargo de ejecutante de cornista en un regimiento del ejército y luego el de director, función que cumplió hasta 1898. Luego ocupó la dirección de otras bandas militares y residió en ciudades de distintas provincias en donde fundó bandas de aficionados. Por ejemplo, en Venado Tuerto (provincia de Santa Fe) ofició de profesor en la Sociedad Italiana y en Mendoza creó un centro lírico y la banda de la Corporación de Bomberos. 

Durante su estadía en la provincia mendocina no solo compuso obras militares sino también de otras temáticas, como también musicalizara obras teatrales. Varias de esas piezas creadas Silva las dedicó a distintas instituciones de la provincia. 

Consagración

De entre su vasta obra musical, la composición más famosa del uruguayo es sin duda La marcha de San Lorenzo, de 1901 y con letra de Carlos Benielli (creada en 1907), dedicada al entonces Ministro de Guerra Pablo Riccheri, recordado por haber instalado el servicio militar obligatorio en Argentina y quien le pidió al autor que cambiara el nombre a la composición pues llevaba el suyo. Esta marcha fue ejecutada por primera vez el 30 de octubre de 1902 (sin letra) en la inauguración del monumento a San Martín en Santa Fe, cerca de donde se dio el combate de San Lorenzo. Al acto asistieron el entonces presidente, Julio A. Roca, y el citado ministro. A Roca, el compositor afro le dedicó Río Negro, en homenaje a su Campaña al Desierto, como se le llama al proceso de ocupación de la Patagonia argentina entre fines de la década de 1870 y principios de la siguiente.

La marcha militar en cuestión adquirió fama en Argentina por su arrojo patriótico y excelencia musical y trascendió los límites locales. Por caso, sonó durante la Primera Guerra Mundial para envalentonar tanto a soldados británicos como alemanes, además de utilizarse durante la coronación del monarca inglés Jorge V, en 1911, y de la actual reina Isabel II en 1953. Actualmente se la utiliza para el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham, residencia oficial de la monarquía británica que visitara en 1964 el escritor argentino Jorge Luis Borges y al escuchar la melodía se emocionó y comenzó a recitar casi a gritos los primeros versos. 

Otra marcha militar destacada de Silva es Curupaytí, batalla de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), composición en homenaje a la oficialidad de dos regimientos de infantería argentinos que se desempeñaron en Paraguay. En sus versos no hay mención a la participación afrodescendiente. No obstante, se explica que en Argentina esas personas desaparecieron, entre otros motivos, por su muerte en diversas guerras. 

Ocaso y legado

Silva no tuvo una vida fácil. La pobreza siempre fue un problema que lo asoló, más que debió hacerse cargo de una familia numerosa, pues tuvo ocho hijos. Los derechos sobre la marcha los vendió a una cifra ínfima por apuros económicos. Murió a los 51 años, en 1920. Un causante de su deterioro físico y anímico fue cómo procesó una noticia muy triste que se superpuso a otras dificultades previas: su aspiración a dirigir la banda de Rosario fracasó porque otra persona fue designada en el cargo. Eso sumió al músico afroargentino en un letargo del que no se recuperaría jamás en dicha ciudad santafesina. Cayetano falleció en el anonimato y la pobreza.

Pese a ser una historia poco conocida, en un país que niega su pasado afro e insiste en que en Argentina no hay negros, hoy se puede asistir al Museo Cayetano Silva en la ciudad santafesina de Venado Tuerto, de carácter regional. Este espacio rinde homenaje al músico de origen africano y muestra un sitio habitado por él, donde compuso La marcha de San Lorenzo, tema que se ha convertido, luego del Himno nacional argentino, en la canción patriótica más ejecutada en actos oficiales, militares y escolares. Los restos de este insuficientemente reconocido músico reposan en la actualidad en Venado Tuerto, hace más de 20 años.

Publicado en: http://www.afribuku.com/afroargentina-argentina-cayetano-silva/

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