Ensayos

Un cachito de un gigante

Como prolegómeno. Auspiciando e ingresando en tema, dejo un breve texto sobre Brasil. Disertaré el próximo viernes 5 de agosto en el Centro Cultural Recoleta, tema: este país y sus relaciones con África, parte de un ciclo de conferencias organizadas por la Universidad Maimónides.Para empezar a empaparme de la cultura del gigante vecino, copio a continuación un escrito sobre cuando defender una causa implica (y se lleva) la vida. Con motivo de avecinarse una fecha electoral, y trayendo a colación un periodista cuyo libro se citará, éste sostiene que política y ética no van de la mano, porque rara vez el poder se ejerce desde la segunda. El asesinato que se narra, nos cuenta el fracaso de la política como diálogo y la falta absoluta de ética. La Amazonia aún llora su pérdida.

«Un ángel se fue y no volverá». La historia de Chico Mendes.

El Amazonas, nombre del río y de la cuenca más caudalosa del mundo con 7,5 millones de km2, es la reserva acuífera más grande del planeta. Concentra el 20 por ciento del agua dulce del planeta y es un gran depósito de oxígeno por su abundante vegetación. En su cuenca habitan 50.000 plantas catalogadas, 400 especies de mamíferos y 5.000 entre peces, reptiles y anfibios.

Las décadas de 1960 y 1970 presenciaron en Brasil el milagro brasileño. Pero el progreso no siempre es sinónimo de bienestar. El crecimiento se ensañó con la selva amazónica. Los fazendeiros y sus socios estuvieron dispuestos a arrasar con el Amazonas en busca de recursos, como el caucho, minerales, y tierras para pastar sus ganados. Esa explotación brutal obligó al éxodo de poblaciones enteras y al engrosamiento de las favelas en las principales urbes brasileñas. Muchos de sus habitantes fueron los desposeídos de la selva, recién llegados. De la pobreza a la miseria absoluta en cuestión de instantes.

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Con el tiempo, Mendes fue declarado enemigo de los fazendeiros. Se resistió al avance sobre la selva, que él consideraba su hábitat natural. Para eso organizaba empates, manifestaciones pacíficas en oposición a la tala de los bosques. Su campaña comenzó a cobrar notoriedad pública en el mundo entero. En 1987 lo consagraron con el premio Global 500 de Naciones Unidas y un año después le obsequiaron las llaves de la ciudad de Río.Chico Mendes era oriundo de un pequeño poblado de Acre, Estado remoto del Brasil amazónico, limítrofe con Bolivia. Su padre, que se había instalado allí para desarrollar el cultivo del caucho, era un seringueiro (recolector de caucho). Chico nació el 15 de diciembre de 1944. Aprendió el oficio en una infancia marcada por la pobreza y el aislamiento aunque, no obstante, aprendió a leer y escribir.

Chico murió en su casa un 22 de diciembre, a los 44 años. El asesino, Darcy Alves, militaba en la Unión Democrática Ruralista (UDR), agrupación formada por latifundistas responsables de la muerte de varios opositores. Los hermanos Alves, se estima, llevaban en su lista más de 100 muertes desde su ingreso al grupo en 1975.

Homero Sérgio (Folhapress)

 


Fuente:
Julio A. Sierra, Asesinatos políticos en América Latina, El Ateneo, Buenos Aires, 2005.“Las manifestaciones o los entierros no salvarán la Amazonia. Quiero vivir”, expresó Chico unos días antes de ser asesinado. Lamentablemente, no pudo ser fiel a su deseo. Desde la muerte de este defensor de los seringueiros, se han deforestado más de 250.000 km2 de selva en el Amazonas. “Él dejó dos lindos críos, una esposa valerosa y una selva en agonía”, reza una canción compuesta en su memoria.

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