Massar Ba: cinco años sin respuestas
Dudas, sospechas y una causa judicial cerrada hace tiempo. El pedido de justicia no se olvida.
El 8 de marzo pasado se cumplió un lustro de la muerte del líder de la comunidad senegalesa y de personas dedicadas a la venta ambulante en la Ciudad de Buenos Aires, Massar Ba. Son más las dudas que las certezas. Oportunamente la causa fue caratulada como “muerte dudosa” por el juzgado interviniente pero, meses más tarde, la misma fue cerrada por falta de pruebas según se explicara. A la Asociación de Residentes Senegaleses en Argentina (Arsa) se le impidió litigar por cuestiones técnicas. No obstante, desde sus filas lamentaron la presencia de racismo institucional. Varias marchas fueron convocadas para reclamar justicia por Massar quien perdió la vida en circunstancias confusas.
Se ha ligado su compromiso en la defensa de los derechos humanos y la situación de las personas migrantes, como él, en relación a las causas que motivaron su muerte. En otras palabras, se estaría ante un caso de violencia institucional. En efecto, personal de la salud que atendió al moribundo desde que fue recogido en una esquina porteña del barrio de San Cristóbal hasta su ingreso al Hospital Ramos Mejía, indicó que el paciente tenía indicios de haber sido golpeado brutalmente entre varias personas. Se habla de encubrimiento policial según algunas versiones, las cuales son discordantes. Como sea, con una causa cerrada es muy difícil avanzar sobre una investigación desinteresada que alumbre la veracidad de los hechos ocurridos entre el 7 y el 8 de marzo de 2016.
Lo cierto es que Massar no está más pero la comunidad senegalesa continúa siendo objeto de ataques y de la persecución policial que se ensaña contra sus integrantes ante un fenotipo que sobresale en una Argentina que ha sido fagocitada por el mito de creerse blanca y europea. Por más estudios y formación que tuviera Ba (por caso, estudió en la célebre universidad senegalesa Cheikh Anta Diop, luego transitó los claustros de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, entre otros recorridos), pareciera ser que el racismo institucional no perdona.
A principios del pasado marzo Senegal vivió los días más tumultuosos de los que se tenga recuerdo en un tiempo muy prolongado. La acción represiva del gobierno dejó más de una decena de muertes, según el testimonio de la oposición, que vio encarcelado temporalmente a un líder de entre sus filas, y esto último no fue más que la punta del iceberg de problemas estructurales, potenciados por la pandemia, como amplias capas de la población excluidas de la economía, la corrupción y la todavía muy fuerte injerencia francesa (aunque el país se independizara en 1960). Todo aquel cúmulo de razones explica cómo Massar Ba llegó a la Argentina en 1995 y sus compatriotas continúan haciéndolo hasta la actualidad. Su negritud contrasta con el relato blanqueador de un país que no siempre les recibe de brazos abiertos, como en el caso Massar Ba.
Publicado en:
Página Negra. Una Afro-revista con alma de fanzine. N° 2 – abril de 2021. Página 9.
Hola buenas tardes acabo de leer el texto con todo mi respeto y lo conocí personalmente estuvo en pareja con esta persona tres años asistimos a la mezquita me casé la mezquita con el imán todo como corresponde hasta que luego comenzó a transitar el mundo de la droga el mundo oscuro de la noche seis un hombre golpeador otra persona lamentablemente este es el resultado de sus dos caras lo lamento desde con conocimiento de mi amor pero creo que su destino estaba marcado por la escuridad por su adicción ha tenido problemas económicos con muchas personas muchísimas personas creo que fue el futuro que él mismo quiso atrasarse
No obstante el caso merecía una investigación profunda y no cerrarse la causa enseguida como sucedió. No es transparente, al margen del perfil y las acusaciones a la víctima.